No todos los días oyes cantarle a la novia en la puerta de su casa la noche antes de la boda…..Eran pasadas las diez de la noche cuando se podía oír cómo un grupo de personas cantaban muy cerca de casa canciones típicas de una tuna. Era evidente, estaban cantado a Fátima en la misma puerta de su casa y aunque no podía ver quienes eran, estaba claro….
Bonita manera de empezar una temporada de bodas prometedora, en un día típico de primavera en el que la lluvia quiso tener su parte de protagonismo pero sin llegar a estropear lo que a la postre resultó un magnifico día.
5 años justos hacía que entrábamos en la misma casa con el mismo propósito y aunque la protagonista era diferente el ambiente era el mismo, pues las buenas personas nunca cambian, y en esta boda de eso íbamos “sobraos”
Entrañable ceremonia la vivida en nuestro ya emblemático Palacio de Santa Ana la cual, Juan Pérez Guerrero, nuestro alcalde, se encargó de oficiar con el buen hacer al que nos tiene acostumbrados. Intervinieron también varios familiares y amigos en los que recayó la tarea de poner el punto sentimental al acto…
Mucho podría contar de esta boda en la que nos vimos rodeados de mucha gente querida y conocida, “novios pasados” y “novios futuros”, toda una concentración de buena gente y buen rollo. Numerosas sorpresas se fueron sucediendo una tras otra durante la comida, ofrecida en La Cepa Vieja y con la que pusieron el broche de oro a una estupenda jornada.
Espero que a pesar de estar un poco “oxidado” en el “modo boda” debido al lapsus invernal hayamos cubierto las expectativas depositadas por esta pareja tan encantadora…