Francis y Estefanía eran los protagonistas de nuestra segunda boda del fin de semana. Pareja enamorada a tope a los cuales solo hacia falta ver esas miradas que hablaban por si solas durante la entrañable ceremonia celebrada en nuestro emblemático Palacio de Santa Ana. A Estefanía la conocí hace poco tiempo pero salta a la vista su sencillez, su mirada sincera y su amabilidad. No es de extrañar que Francis, un tío de lo más encantador y al que tengo la suerte de conocer desde que nació ( pues vivimos nada mas y nada menos que casi 20 años puerta con puerta) haya encontrado en ella su media naranja para empezar esta bonita aventura del matrimonio. Me siento orgulloso de haber formado parte de este día tan importante en sus vidas y de ver cómo después de mas de 10 años de no vivir “codo con codo” sigue estando ahí ese cariño que siempre tuvimos entre todos los vecinos de nuestro tramo de la calle Arévalo.... Un beso a todos.
Últimas entradas
El comentario se revisará antes de publicarlo.