No hay mejor punto y final a un gran fin de semana que un pedazo de boda como lo fue ésta…
Una pareja a la que tenemos un gran cariño porque son especiales y con los que vivimos momentos inolvidables en su gran día. Con dos familias a las que conocemos bastante bien y en dos casas en las que ya habíamos entrado anteriormente comenzábamos una tarde típicamente otoñal en la que disfrutamos junto a ellos de una emotiva boda en el lugar que a ellos más les gustaba, en nuestro bonito Santuario de Aras.
Es impresionante cómo semana tras semana podemos vivir junto a familias excepcionales momentos muy importantes de sus vidas, pero cuando lo haces con gente que conoces de toda la vida y que siempre han demostrado su fidelidad, estos trabajos se vuelven especiales de verdad.
Tuvimos la gran suerte de volver a un sitio donde hacía mucho que no trabajábamos, el Restaurante el Vado de nuestro amigo Manolo y donde disfrutamos de una gran cena en la que las emociones y las sorpresas se encadenaron de una manera impresionante y a la que por, segundo día consecutivo, puso su gran broche final nuestro amigo Rafa Cobos con su animoso Rayvan Show.
Gracias a todos de corazón, a esos novios por todo lo recibido y a esos padres y familiares por acogernos como a uno más.