Tras casi 4 meses ininterrumpidos de bodas semana tras semana llegó el gran día de esta simpática pareja. Una fecha en agosto atípica para nosotros pues es la semana en la que solemos estar de vacaciones pero este año debido al interés depositado por Carlos y Araceli hicimos un cambio de fechas del que no nos arrepentimos en absoluto. Una encantadora boda, repleta de simpatía y extraordinarios detalles que hicieron que las casi 12 horas que pasamos junto a ellos y sus respectivas familias pasaran sin que apenas pudiésemos darnos cuenta. Mil gracias por la confianza, esperamos no haber sido muy pesados con vosotros pero como os expliqué, es nuestro deber…. Espero que les guste esta pequeña selección.
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Y vosotros los fotógrafos más simpáticos..y agradables que na!