Cuando vas a hacer la boda a alguien al que le hiciste el reportaje el día de su Primera Comunión, varias sensaciones se mezclan y piensas: Ostras que viejo soy!!! Esta es la negativa. Pero por otro lado está la positiva. Qué de momentos importantes llevo vividos con esta persona a lo largo de su vida!!! Y esto te hace sentirte privilegiado. Y si, estuve allí, aquel día de su Primera Comunión, y estaba de nuevo allí el día de su boda. Un orgullo cuando compartes con una familia tantos momentos importantes y una satisfacción que sigan confiándotelos a ti. Auque eso signifique que vayamos para viejos...
Disfrutamos de lo lindo junto a ambos en una mañana típica primaveral, con sus cambios de tiempo repentinos que no fueron capaces de deslucir lo que fue una espléndida boda. Gracias a todos, familiares y amigos, por ponerlo todo tan fácil y por provocar esos rostros de satisfacción en los protagonistas de este día tan grande. Un millón de besos.
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